"I'm seventy four years young"
Material recién salidito del horno... he aquí el más reciente material del monstruoso guitarrista del Blues: Buddy Guy, su vigésimo sexto álbum de estudio, carrera discográfica que comenzara en el año de 1965 al lado de la leyenda de la armónica, godfather of the Blues: Junior Wells, con esa joya que inspiró a tantas y tantas generaciones posteriores: Hoodoo Man Blues obra emblemática para el Chicago Blues moderno, que le abriera las puertas a mi cuate el chavo, aquel joven y enérgico guitarrista que nunca fallaba a la hora de ejecutar la progresión de la rola, los 12 compases completitos que él mismo se encargaba de romper al momento de su solo, con violentos y rapidísimos fraseos, punteos perfectos a su trastabillada guitarra que algunas veces te estremece como un choque eléctrico y otras tantas te hace bajar casi al límite de lo inaudible para palpar de muy cerca, todo el sentimiento del Blues.
Hoy en día, año 2011, Buddy está a punto de llegar a los tres cuartos de siglo de boom boom boom latido de su corazón bluesero, por eso tituló su nuevo disco: Living Proof, una prueba de vida que llega como confirmación de lo viviente y latente de su siempre activo que hacer musical: "Soy 74 años joven/no hay nada que no haya hecho ya/ he sido perro, he sido gato/ cacé algunas colas sin dejar rastros/ y a mi edad sé muy bien cómo estar bien chido/ sé lo que toda mujer necesita/ las respeto y las trato como el caballero que soy/ y ellas regresan noche a noche." Y hace gemir gentilmente a su guitarra con paradisiacos riffs que rayan en lo electrizante y voltaico a través de un poderoso flujo de energía que nos eleva en aludes metálicos de notas en masa, casacadas de iones, columnas de luz y auras de luciérnagas al medio día... todos los adjetivos pachecos que encuentres para intentar describir lo que este carnal te hace sentir, quedan cortos. Cada quien que saque sus propias conclusiones.
Living Proof se yergue a través de una docena de piezas magistrales que se entrelazan en juego de abalorios, dos de ellas en amorosa complicidad con sus amigos: Stay Around A Little Longer por ejemplo, es un coloquio de filósofos entre la sapiencia dionisiaca de Buddy Guy y la sabiduría socrática de B.B. King, moderado por Lucille. El otro diálogo lo sostiene su camarada Carlos Santana: Where the Blues Begins y todo el disco es una cátedra maestra de buen Blues, una pulsión vital que anima magma y esmegma. No se puede dejar a un lado a los músicos acompañantes. Se saben mover muy bien dentro de los terrenos de Buddy, y hacen suyos cada uno de los temas. Las guitarras de David Grissom, el bajo de Michael Rhodes, la batería de Tom Hambridge y los teclados de Reese Wynans (ex Stevie Ray Vaughan & Double Trouble), veteranos en estas ligas del blues, también hacen de las suyas en esta producción, explotando con cada compás que sale de la genialidad del maese de maeses del Blues de Chicago.
Living Proof puede ser tomado como una autobiografía de Buddy Guy, en todas las canciones hace guiños de lo que ha sido su vida en el blues, y se convierte también en una especie de testamento pues este guitarrista es el principal eslabón entre el Blues clásico y el Blues del futuro... a tan sólo un click de distancia, cortesía de tu blog de predilección: Al Loquero con el Disquero.
La prueba viviente: http://www.megaupload.com/?d=V29KE0GP
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